Diástasis abdominal. ¿Sabes qué es o cómo se produce? ¿Cuándo es el pico de incidencia más elevado? ¿Todas las diastasis abdominales son iguales?
¿Qué es la diástasis abdominal?
El cuerpo de una mujer experimenta cambios destacables durante el embarazo y también después del parto, independientemente del tipo de parto (vaginal o cesárea), y puede llevar hasta 1 año para que estos cambios se completen.
Además de todos los cambios hormonales y fisiológicos que se producen durante el embarazo, las alteraciones más importantes son el aumento de peso de la madre y el aumento del tamaño del útero durante este. Esto influye en la musculatura del tronco de la mujer y, en particular, en su musculatura abdominal, lo que produce, en la mayoría de los casos, diástasis del recto del abdomen (DRA) o aumento de distancia entre recto (IRD).
“La diástasis abdominal es la separación excesiva entre los músculos abdominales y puede ocurrir en cualquier lugar a lo largo de la línea alba y se cuantifica por la distancia entre recto” (Mota et al., 2015).
Pico de incidencia de la diástasis
Esta modificación de la musculatura abdominal se produce en el último trimestre del embarazo, cuando el bebé necesita más espacio para crecer. Aunque, el pico más elevado suele ser después del nacimiento y las primeras semanas después del parto. Pero entre un 35 % y un 60 % de los casos esta distancia entre rectos puede permanecer separada. Por ello, es importante hacer una valoración con nuestra fisioterapeuta especializada en uroginecología y ver cómo está nuestro cuerpo.
Tipos de diástasis abdominal
No todos los tipos de diástasis abdominales son iguales, el patrón de DRA femenino se centra principalmente a nivel del ombligo, aunque puede extenderse y abarcar la región supraumbilical o infraumbilical. Esta condición puede persistir durante el posparto y en diferentes zonas a lo largo de la línea alba.
Factores de riesgo de la diástasis
Los factores principales de diástasis son el embarazo, las primeras semanas después del parto y el tipo de parto. Secundariamente, también pueden aumentar o provocar diástasis el número de nacimientos, la edad y la ausencia de ejercicio físico regular.
Nuestro tejido abdominal no estará igual de fuerte, irrigado y nutrido si tenemos 20 años o 40 años, si es nuestro primer bebé o si, por el contrario, es nuestra segunda o tercera criatura. También influirá mucho el estilo de vida que llevemos. Si hacemos ejercicio, tenemos un buen descanso y una buena alimentación, favoreceremos considerablemente a que la diástasis pueda recuperarse mucho mejor.
Posibles secuelas
El hecho de no tratar la diástasis abdominal de manera efectiva va a hacer que nuestro cuerpo modifique sus patrones de movimiento, las cargas de peso, centro de gravedad y su postura. Y todas estas modificaciones pueden provocar secuelas a largo plazo como, por ejemplo, dolor lumbo-pélvico; inestabilidad lumbar y pélvica; incontinencia urinaria o anal; o prolapso de los órganos pélvicos.
¿El ejercicio ayuda a recuperar la diástasis?
Como hemos visto más arriba, el ejercicio es uno de los factores claves para ayudar en la recuperación de la diástasis. El ejercicio físico previo al embarazo y durante el embarazo tiene efectos protectores sobre la diástasis abdominal y ayuda a reducir los posibles síntomas y secuelas en el posparto.
Aunque no hay una manera específica de abordar la diástasis abdominal, se ha observado que existe más reducción de diástasis abdominal, si se trabaja conjuntamente con ejercicios de fuerza. Es decir, si entrenamos específicamente la musculatura abdominal, no tendremos tantos beneficios en la reducción y recuperación de la diástasis como si entrenásemos todo el cuerpo.
Dentro de las sesiones de entrenamiento es importante incorporar estos aspectos para una correcta recuperación de la diástasis:
- Ejercicios respiratorios
- Ejercicios isométricos
- Ejercicios para suelo pélvico
- Ejercicios de activación de la musculatura del transverso del abdomen
- Colocación y corrección postural
Si este artículo te ha interesado, mantente alerta porque más adelante te mostraré algunos ejercicios que pueden ayudar a recuperar la diástasis.
¡Un abrazo!
Irene Andújar
Bibliografía
- Blanchard, P. D. (2005). Diastasis recti abdominis in HIV‐infected men with lipodystrophy. HIV medicine, 6(1), 54-56.
- Gitta, S., Magyar, Z., Tardi, P., Fuge, I., Jaromi, M., Acs, P., … Hock, M. (2017). How to Treat Diastasis Recti Abdominis with Physical Therapy: A Case Report. Journal of Diseases, 3(2), 16–20. https://doi.org/10.18488/journal.99/2016.3.2/99.2.16.20
- Gruszczyńska, D., & Truszczyńska-Baszak, A. (2018). Exercises for pregnant and postpartum women with diastasis recti abdominis–literature review. Advances in Rehabilitation, 32(3), 27-35.
- Lockwood, T. (1998). Rectus muscle diastasis in males: primary indication for endoscopically assisted abdominoplasty. Plastic and reconstructive surgery, 101(6), 1685-91.
- Mota, P., Gil, A., & Bo, K. (2015). Diastasis Recti Abdominis in Pregnancy and Postpartum Period. Risk Factors, Functional Implications and Resolution. Current Women’s Health Reviews, 11(1), 59–67.
- Zourladani, A., Zafrakas, M., Chatzigiannis, B., Papasozomenou, P., Vavilis, D., & Matziari, C. (2015). The effect of physical exercise on postpartum fitness, hormone and lipid levels: a randomized controlled trial in primiparous, lactating women. Archives of Gynecology and Obstetrics, 291(3), 525–530. https://doi.org/10.1007/s00404-014-3418-y
0 comentarios